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Fotografías del Jardín de la Isla (una muestra única de jardín renacentista español creado por orden de Felipe II) y Jardín del Príncipe (capricho de Carlos IV fue realizado por Esteban Boutelou, siendo su principal característica la amplia variedad vegetal que contiene), los cuales se encuentran situados en Aranjuez, una ciudad al sur de Madrid cuyos jardines junto con el entorno natural que rodea el municipio fueron incluidos en 2001 en la lista de la UNESCO como Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad.

Elaboración de cuatro propuestas de logotipo presentadas al concurso de ideas de Metro de Madrid S.A. para el diseño del logotipo de su 100 aniversario.

El diseño de cada propuesta se centra en diferentes atributos que definen al Metro de Madrid, intentando respetar siempre la consonancia con la imagen actual y colores corporativos de la empresa, generando nuevos logotipos que sean fácilmente identificables con la marca, a la vez que cumplan la función de integrarse en el contexto del 100 aniversario de la empresa, proporcionando valor añadido mediante un diseño que comunique no sólo el objeto principal del concurso, si no también cualidades positivas extra.

Finalmente, las cuatro propuestas de logotipo fueron presentadas reunidas en un manual de identidad corporativa en el cual cada una constaba de explicación detallando todas sus cualidades, construcción gráfica, paleta de colores utilizada, tipografía en consonancia con el diseño, logomarca, marca corporativa (para los casos en los que “Metro de Madrid” no forma parte de la logomarca), aplicación sobre diferentes fondos/legibilidad, y muestra de su utilización en medios digitales/impresos.

A continuación se puede visualizar el manual de identidad corporativa presentado a concurso:

Explicación propuesta 2: Elementos identificables y propios de la Compañía tales como los colores corporativos y la tipografía se mantienen en el logotipo de su 100 aniversario, modernizando la logomarca actual de Metro mediante la eliminación de la pastilla azul original, enfatizando así el texto “Metro” mediante su ampliación para dotar al logo de mayor frescura, legibilidad y consiguiendo potenciar la propia marca. La palabra Metro desde su inicio está combinada con una línea, la línea cronológica de la empresa (simbolizando desde sus inicios hasta su 100 aniversario), la cual desemboca en una composición gráfica que armoniza a la perfección tanto por tipografía como contraposición de colores y tamaño entre “Metro” y “100 aniversario”. A su vez, la línea cronológica acaba en punta de flecha, dando a entender la continuidad de la marca. A nivel simbólico, la línea también simula el andén del metro, en el que el número 100, representando a un vagón, se mantiene en parte oculto, colocado en los raíles y dispuesto a avanzar en la dirección marcada. Este logotipo, una versión modernizada y a su vez reconocible de la actual logomarca de Metro, apuesta por mantener el rombo como elemento identificable a la vez que enfatiza la palabra Metro, combinándola mediante la línea cronológica/andén de forma estética con “100 aniversario”, reforzándose esta versión especial de logo mediante el contraste de colores de ambos textos y enfatizando la propia marca gracias a una legibilidad y equilibrio perfectos entre todos los elementos que lo conforman y, a su vez a nivel conceptual, generando conceptos de modernidad, durabilidad y calidad, reforzados gracias al juego que ambos textos proporcionan al espectador (“Metro” y la línea cronológica/andén que nace de él y “100” simulando un vagón el cual es equilibrado gráficamente gracias a “aniversario”), formándose un conjunto atractivo conceptualmente y gráficamente actual.

Explicación propuesta 3: Colores corporativos, tipografías y elementos de la logomarca actual de Metro se mantienen intactos, desplazando su disposición y dando espacio al acontecimiento que celebra la Compañía con este logotipo especial: su 100 aniversario. De esta forma, se mantienen todos los elementos reconocibles de la marca, añadiéndose además en su zona más visible un juego visual mediante el uso de “100 aniversario”, el cual simula las vías y andén de una estación de metro y como el vagón (representado mediante el fenómeno figura/fondo por dos puntos rojos que simulan los focos de la cabecera, dentro del túnel que forma el cero) continua su camino hacia el futuro, avanzando con ímpetu desde los orígenes de la Compañía hasta los 100 años de ésta. A su vez, el logotipo para el 100 aniversario de Metro genera varios planos que se superponen entre sí, quedando relegado al último plano el rombo, seguido por la pastilla de Metro y siendo el plano que capta en primer lugar la atención del espectador el texto 100 aniversario, gracias al efecto “túnel” que generan el azul de la vía y rojo de los andenes, dotando al logotipo de profundidad y generando el principal foco de atención en el vagón, desde el cual el espectador va extendiendo su vista hasta captar la totalidad del logotipo. Así, la parte más importante a destacar siempre será la primera en ser observada, y después relacionada no sólo por la simbología que lleva implícita (el vagón de metro avanzando por el andén desde sus orígenes hasta el 100 aniversario) con la marca Metro, si no también gracias a los elementos gráficos (formas y tipografía) y colores característicos de la propia empresa, formándose así un conjunto con gran carga visual y conceptual que encaja a la perfección como logotipo de un 100 aniversario, ya que mantiene la esencia propia de la marca Metro a la vez que añade la información esencial a destacar de forma armónica y efectiva en su conjunto.

Explicación propuesta 4: 100 años de la historia de metro resumidos de forma gráfica, clara y expresiva gracias a la transformación de la logomarca actual de Metro en una cubierta de una enciclopedia que contiene toda su historia. Esta gran enciclopedia está formada por 12 capítulos que representan las 12 líneas de metro, siendo éstas mostradas de forma visual gracias a los colores que caracterizan a cada una de ellas. Colocadas por orden de creación, cada línea representa un capítulo dentro de la evolución del Metro de Madrid a lo largo de la historia. Los colores de la logomarca actual se han respetado, añadiendo el texto “100 aniversario” en la misma tipografía oficial de la que la Compañía hace uso. Para conseguir volumen y que la enciclopedia pase de las 2 dimensiones a las 3 y “salga del papel”, la logomarca se ha generado mediante el uso de perspectiva isométrica. A su vez, las líneas de metro que forman los capítulos contenidos en la historia de Metro inducen al espectador a un sutil juego en la esquina derecha, en la que las líneas se superponen y encajan entre si, representando la conexión entre ellas y la facilidad de desplazamiento del usuario de unas a otras en el uso cotidiano de este transporte. Destacar por último la gran fuerza visual de esta logomarca y de la marca corporativa (la cual combina el texto completo “Metro de Madrid 100 aniversario” junto con la logomarca) al integrar gran cantidad de elementos y colores de forma armónica, convirtiendo la historia de Metro en un logo dinámico y cargado de simbolismo que compagina con éxito lo tradicional (una enciclopedia de papel) con lo actual, gracias a la simulación de un logo con tres dimensiones y el juego que las líneas de metro generan en el interior de la enciclopedia formando un espacio con volumen que refuerza la idea del Metro de Madrid como un sistema perfectamente engrasado, en el que un usuario hoy en día puede desplazarse a través de los capítulos de la historia de Metro, llegando de forma rápida y eficaz a cualquier parada que se proponga.

Serie de fotografías que simulan los resultados de la fotografía infrarroja (rama que muestra espectros lumínicos comprendidos entre 700 y 1200 nanómetros, invisibles para el ojo humano) realizadas en el parque de El Capricho.

El Capricho, creado en 1784 por los Duques de Osuna, es uno de los parques más bellos de Madrid (el único jardín del romanticismo de la capital), el cual alberga en el interior de los tres estilos que lo conforman (jardín francés, paisaje inglés y giardino italiano) una importante riqueza botánica, escultórica y artística, invitando a desubrir sus encantos mediante el paseo por zonas en las que naturaleza y arquitectura se combinan a la perfección.